La búsqueda de soluciones habitacionales para nuestros mayores, con la visión puesta en la lucha contra la soledad no deseada es la misión de Hábitat Colaborativo S Coop And.
La situación de aislamiento social necesario en la que nos ha sumido la pandemia impide el desarrollo normal de nuestras vidas y actividades cotidianas. Viendo con optimismo la cada vez más cercana solución de este problema nos rebelamos, desde el confinamiento, a permanecer impasibles y no aportar soluciones.
Tuvimos una primera iniciativa en la que coordinamos la puesta en producción de impresoras 3D de nuestro entorno para la fabricación de máscaras protectoras destinadas a nuestros sanitarios.
Volvemos a salir de nuestra zona de confort estudiando, formándonos, investigando y poniendo en marcha nuevas acciones colaborativas en las que todas las personas que lo deseen puedan incorporarse, en este caso, de la mano de la Ciencia.
Computación Colaborativa: el poder de muchos
Y ahora, desde Hábitat Colaborativo, S. Coop. And., hemos creado un equipo de trabajo denominado “ComputacionColaborativa”. Consiste en poner a disposición nuestros servidores y equipos informáticos para su uso en los trabajos que la Stanford University está desarrollando para el estudio del Covid-19. Se buscan nuevas oportunidades terapéuticas a través el proyecto Folding@home. A día de hoy, de los 250.247 equipos participantes, el nuestro está entre el 17,11% de los primeros del ranking global de aportación de resultados (Team Ranking 42817).
Nuestro equipo es el 259013 y cualquiera que quiera unirse al esfuerzo colectivo, solo tiene que descargar una aplicación y unirse al equipo de “ComputacionColaborativa”. Para más información y detalles se puede contactar con nosotros a través de Telegram @ComputacionColaborativa.
Esta pequeña acción que impulsamos en Hábitat Colaborativo con la puesta a disposición de nuestros recursos computacionales (servidores, ordenadores y máquinas virtuales en la nube) es nuestra modesta contribución al bien común y un homenaje a nuestros sanitarios con los que mantenemos una especial relación de amistad y de sincera admiración.
Uno de los cambios sociales que estamos viviendo a nivel global es la gran aportación de recursos por parte de la sociedad en la búsqueda de soluciones científicas a al Covid-19 al margen de los canales estrictamente públicos.
De manera análoga a lo que sucede en el modelo de Cohousing que nosotros impulsamos, vemos cómo la sociedad civil se está auto organizando para buscar soluciones, en este caso, científicas en la lucha contra la enfermedad. Para ello aporta sus propios recursos independientemente de la acción de los Estados. Las acciones son en beneficio global y no solo de sus conciudadanos o compatriotas. Y esto nos anima a pensar que va emergiendo una conciencia global de ciudadanía a nivel planetario.
El equipo de trabajo de la universidad de Stanford logró identificar un sitio alostérico en la proteína VP35 no farmacológica del virus del Ébola que permite el diseño de fármacos específicos contra este virus.
¿Cómo explica la Universidad de Stanfor el proyecto?
En esta ocasión, nuestros recursos se orientan a trabajar en la simulación de la dinámica de las proteínas del Covid-19. Hemos elegido este proyecto de investigación porque creemos que puede ayudar a otros muchos científicos en la búsqueda de soluciones farmacológicas y de vacunas. Según la web del proyecto Folding@home de la Universidad de Stanford:
“Las proteínas son máquinas moleculares que realizan muchas funciones que asociamos con la vida. Perciben el entorno (p. e. en el gusto y el olfato), realizan trabajos (p.e. contracción muscular y descomposición de los alimentos) y desempeñan funciones estructurales (p. e. el cabello). Están formados por una cadena lineal de químicos llamados aminoácidos que, en muchos casos, se «pliegan» espontáneamente en estructuras compactas y funcionales. Al igual que cualquier otra máquina, es cómo se organizan y mueven los componentes de una proteína lo que determina la función de la proteína. En este caso, los componentes son átomos.
Los virus también tienen proteínas que usan para suprimir nuestro sistema inmunológico y reproducirse.
Para ayudar a abordar el coronavirus, queremos entender cómo funcionan estas proteínas virales y cómo podemos diseñar terapias para detenerlas.
Existen muchos métodos experimentales para determinar las estructuras de proteínas. Si bien son extremadamente poderosos, solo revelan una sola instantánea de la forma habitual de una proteína. Pero las proteínas tienen muchas partes móviles, por lo que realmente queremos ver la proteína en acción. Las estructuras que no podemos ver experimentalmente pueden ser la clave para descubrir una nueva terapéutica.
Usando el fútbol como una analogía para la situación experimental, es como si solo pudieras ver a los jugadores alineados para el snap (el único arreglo en el que los jugadores pasan la mayor parte del tiempo) y que estuvieran ciegos al resto del juego.
Ver una sola estructura de una proteína (izquierda) es como ver a los jugadores alineados para el snap en el fútbol. Información importante, pero también falta mucho. La estructura de la proteína muestra una esfera para cada átomo (azul) y flechas rojas que resaltan el sitio de unión de un fármaco en esta proteína.
Nuestra especialidad es utilizar simulaciones por computadora para comprender las partes móviles de las proteínas. Observar cómo los átomos en una proteína se mueven entre sí es importante porque captura información valiosa que es inaccesible por cualquier otro medio.
Tomando las estructuras experimentales como puntos de partida, podemos simular cómo se mueven todos los átomos en la proteína, completando efectivamente el resto del juego que los experimentos fallan.”
Nuestros ánimos para que cualquier persona interesada se una a nuestro grupo y los mejores deseos para todos para que pasemos indemnes, y cuanto antes, esta situación.
#EsteVirusLoParamosUnidos